CÓMO ES LA CHULETA DE DELICIA GALLEGA
Este chuletón de Delicia Gallega es un corte de carne Premium, con una maduración natural en seco de más de 30 días, cortado para ti y enviado directamente de Galicia a tu casa.
El peso del chuletón es de aproximadamente 1 kg, pero al realizarse el corte de forma manual, no es exacto. Es un corte con hueso, el cual le aporta a la carne un mejor sabor.
→ Color: Púrpura.
→ Sabor: Permanente, intenso y sabroso.
→ Aroma: Potente.
→ Textura: Cierta dureza y muy jugoso.
→ Grasa intramuscular: Sin infiltración.
→ Grasa de cobertura: Uuniforme y de color amarillo.
→ Maduración en seco Dry Aged: Más de 30 días.
ASÍ SON NUESTRAS DELICIAS GALLEGAS
Los chuletones gallegos de Delicias de Aurocha, provienen de vacas híbridas entre Rubia Gallega y Frisona gallega, lo que resulta una carne espectacular. Cuidadas al mínimo detalle con una alimentación natural de los verdes prados de Galicia, dónde el bienestar animal es una prioridad en las pequeñas ganaderías donde se seleccionan los ejemplares de forma presencial, solo así podemos encontrar una carne de esta categoría.
→ Vacas: De más de 6 años.
→ Origen de la vaca: Galicia.
ENVÍO Y ENTREGA
El chuletón se corta específicamente para ti desde la cámara de maduración y se envasa al vacío de forma individual.
Desde que se genera el pedido hasta su recepción el tiempo es de 24/72 horas, siempre dependiendo del día y hora en que se pida, tal como se indica en envíos y devoluciones.
El envío se realiza en transporte refrigerado para que no se rompa la cadena de frío y el chuletón llegue a tu casa en condiciones óptimas.
Consulta las “dudas frecuentes” de esta página para resolver otras preguntas que puedas tener.
CONSERVACIÓN DEL CHULETÓN
Al ser fresco y estar envasado al vacío, mientras se conserve en frío, el tiempo hasta su consumo es de 20 días aproximadamente, aunque recomendamos comerlo en los primeros días para poder apreciar sus cualidades de la mejor manera.
Igualmente si deseas congelarlo, es una buena manera de poder cocinarlo cuando te apetezca y sin perder nada de sabor ni textura original, siempre que se congele en su embalaje al vacío.
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